Los Ángeles, 18 Nov (20 Minutos).- En una nueva demanda, obtenida por varios portales de noticias como Page Six o People, Murphy Aficionado, un hombre de 35 años, ha descrito que trabajar para Kanye West supuso «una pesadilla», asegurando que el rapero y empresario le sometió a alegatos antisemitas, así como que abandonó una reunión para tener sexo «ruidoso» con Bianca Censori en la habitación contigua.
Aficionado ha explicado que Ye, de 47 años, le contrató como jefe de proyectos en octubre de 2022 y que, al mes siguiente, le invitó al hotel Waldorf Astoria, en Beverly Hills, para una «reunión de trabajo», si bien cuando llegó, se encontró al fundador de la marca Yeezy «sin camisa y sin aliento».
«Aficionado entró en la habitación del hotel de lujo, pero se quedó en shock al percatarse de que Ye tenía los pantalones desabrochados y con su novia, Bianca Censori, parada, en toples, con las manos apenas cubriendo sus pechos desnudos», se puede leer en los documentos, añadiendo que era «evidente» que «acababan de tener sexo».
Según la versión de Aficionado, se encontraba tan «abrumado por la incomodidad» que le dijo que volvería más tarde, aunque West le «ordenó» que se quedase, a lo cual accedió por miedo a su historial de «ira y agresiones explosivas». Censori se marchó a otra habitación, pero el rapero dejó la puerta abierta para poder ver su cuerpo desnudo.
Supuestamente, «en mitad de la conversación» West se levantó y «corrió» a la habitación con Censori, «cerrando la puerta, pero dejándola entreabierta». «En cuestión de segundos, Aficionado comenzó a escuchar fuertes gemidos y palmadas desde la habitación en la que Ye y Censori estaban teniendo sexo», ha declarado.
La historia no acaba ahí, ha añadido Aficionado, pues el rapero regresó a la habitación con él «llevando una camiseta con una esvástica» y preguntándole «¿No te gusta mi camiseta?». «Luego, de manera aleatoria y sin que nadie se lo pidiera, Ye se sentó con Aficionado y le empezó a mostrar fotos de desnudos de su exesposa Kim Kardashian en el móvil», ha rememorado.
A pesar de ello, esa misma semana, West lo invitó de nuevo al hotel y se dio una situación similar, si bien en esta ocasión las relaciones sexuales las mantuvo con una masajista y no con Censori, con quien se casaría en diciembre de aquel 2022. El demandante ha afirmado que estas experiencias le dejaron «sintiéndose violado y deshumanizado».
En otra parte de la demanda, Aficionado ha pormenorizado las supuestas «diatribas y teorías conspiranoicas antisemitas» de Ye, lo que eran «algo cotidiano». «A menudo, estos arrebatos se centraban en cómo los judíos controlaban a las Kardashian. También a veces, Ye contó cómo los judíos lo estaban persiguiendo a él y a su dinero», se lee en los documentos, así como que en aquellos días el rapero «gritaba incesantemente a su personal, incluido Aficionado».
Entre esos gritos de la «orgullosa intolerancia» de West se escuchaban cosas como «Los judíos quieren hacerme daño», «Me han congelado la cuenta bancaria» o «Los judíos se llevaron a Kim y a mis hijos» o que su exesposa tenía «amos judíos» a los que servir.
A pesar de que su contrato era de 125 dólares la hora, durante los nueve meses que estuvo trabajando para West, Aficionado ha explicado que «no recibía ningún pago por su labor», aunque a veces echase 70 horas a la semana, hasta que West le ordenó que comenzara «las construcciones de su escuela, la Donda Academy, sin los permisos requeridos». Aficionado expuso que seguir don el proyecto acabaría en «fuertes multas e incluso poner en riesgo a los escolares», pero fue despedido por ello.
La demanda se centra en los cargos de discriminación, ambiente de trabajo hostil, represalias, violaciones del derecho laboral y la falta del pago de salario. Por ahora, ninguna de las dos partes han querido atender a los medios.