Ciudad de México, 20 Dic (Gizmodo).- El director M. Night Shyamalan regresa con una historia que desafía las expectativas, mezclando lo íntimo y lo universal. En una cabaña aislada, el destino de la humanidad se decide entre paredes que reflejan miedos y esperanzas.
En Llaman a la puerta, una familia enfrenta una elección devastadora: sacrificar a uno de los suyos para evitar el fin del mundo. Cuatro extraños irrumpen en sus vacaciones, liderados por Leonard (Dave Bautista), quien asegura haber tenido visiones apocalípticas.
La película, basada en la novela de Paul Tremblay, combina el thriller psicológico con un profundo análisis de las decisiones humanas bajo presión. Shyamalan logra mantener una tensión constante, utilizando un elenco que incluye a Jonathan Groff, Ben Aldridge, Nikki Amuka-Bird y Rupert Grint para explorar el choque entre lo racional y lo irracional.
Con su característico estilo claustrofóbico, Shyamalan convierte una historia sencilla en una poderosa reflexión sobre los valores humanos. A través de una narrativa contenida y simbólica, el director ofrece una puesta en escena que recuerda a sus mejores obras, como Señales y El Bosque.
La interacción entre los personajes, en particular entre el imponente Leonard y la hija pequeña de la familia, resalta la tensión emocional. A pesar de sus recursos limitados, la película logra transmitir un mensaje impactante gracias a las referencias visuales y la construcción cuidadosa del conflicto.
A diferencia de otros trabajos de Shyamalan, Llaman a la puerta apuesta por un desenlace que prioriza la emoción sobre los giros sorprendentes. La historia se centra en temas como la fe, el destino y las decisiones morales, dejando al espectador con preguntas que persisten más allá de los créditos finales.
Disponible en Prime Video, esta película ofrece mucho más que entretenimiento: es una experiencia cinematográfica que invita a cuestionar nuestras creencias y valores frente a escenarios extremos.
Llaman a la puerta no es solo una obra de suspenso; es un recordatorio de la fragilidad humana y de las difíciles elecciones que enfrentamos. Shyamalan demuestra, una vez más, su capacidad para contar historias que resuenan en lo más profundo, dejando una marca indeleble en quienes las ven. Una película imprescindible para los amantes del cine psicológico y emocional.
