Manolo Caro, en su mejor momento

Madrid, 25 Oct (Quién).- Manolo Caro toma la llamada desde España, donde lleva algunos años viviendo, aunque es honesto y dice que extraña mucho a México, al que espera volver pronto para trabajar en una película que está preparando. Por el momento disfruta, desde una nueva perspectiva para él, con madurez, su más reciente proyecto Sagrada familia . Justamente esa idea ronda con más intensidad que nunca por su cabeza. En esta honesta plática al otro lado del charco, Caro se sincera y confiesa: «Para mí el tema de la familia ha sido en los últimos años algo que me emociona y me atañe contar» y revela que «este proyecto nace por mi necesidad de ejercer mi paternidad».

Sí, con esta renovada madurez, Manolo asegura: «Tengo que entender si quiero ser papá o no, y en qué configuración lo voy a hacer. Siendo una persona homosexual, sabiendo que, de principio, la fórmula básica de la paternidad no se me va a dar, si lo hago, me tengo que cuestionar qué manera será la idónea». Ahora a Caro le toca hacer esta importante introspección para saber cómo y cuándo empezará a buscar la forma de ser papá: «Me siento listo, pero también sé que es un momento en mi carrera en el que tengo que priorizar y darme cuenta qué es lo conveniente, me encantaría pensar que pronto seré papá». Mientras toma ese importante paso, de lo que Manolo sí está más que convencido es de que «el esquema y la forma es algo que mantendré muy privado porque me interesa que mi vida personal se mantenga en esa línea. Sí te puedo decir que se me han abierto los ojos en muchos temas», en gran parte gracias a la serie que recientemente estrenó. Fue justamente este thriller español el que gestó un cambio fundamental en la forma de pensar de Caro , aunque reafirma que desde siempre «el arte que hago y las historias que cuento las hago para cuestionarme y para ser mejor ser humano, esa es mi meta y mi día a día, con cada proyecto que presento». En Sagrada familia, Manolo se dio permiso de mostrar «un lado personal, muy mío, te puedo decir que me siento con muchas respuestas que tenía cuando empecé a gestar la serie». Y lo convirtió en el cierre de su propia trilogía, que empezó con La casa de las flores , siguió con Alguien tiene que morir y que, ahora, culmina. Esto no significa que lo familiar vaya a salir del radar de Caro : «Todavía hay una parte de ese núcleo que me gustaría explorar, me gustaría hacerlo en mi país, regresar a trabajar en México, llevo varios años viviendo en España, creo que seguiré por acá, pero me gustaría volver para contar una última parte que tengo en mente».

Era importante volver a conectar con los periodistas, con el público (…) Se siente bonito ser querido por el gremio. Es un proyecto al que le tengo un cariño especial, es una serie 100 por ciento española, con actrices y actores muy importantes en este país en el que radico. Llegué al lanzamiento desde otro lugar

Por el momento Manolo regresará para hacer cine de la mano de la plataforma que lo abrazó como su favorito, Neflix. «Tengo cinco años sin hacerlo, desde Perfectos desconocidos «, por eso la emoción es total en él e insiste en que está más que renovado, incluso para recibir las críticas a su trabajo. Sagrada familia , su thriller a la española tiene a Caro muy contento por el buen recibimiento que ha logrado, algo que llega en un instante muy necesario. «En este momento era importante para mí sentirme apoyado, sintiendo que las cosas están funcionando, y es un proyecto importante de mi carrera». La serie, acepta Manolo es su bebé «más español» y aunque no se anima a augurar si le cambiará la vida, como en su momento lo hizo La casa de las flores , algo que este thriller sí le dejó fue que lo abordó desde una lado más maduro en todos sentidos, al trabajar y al escuchar lo que opinan los demás de su labor detrás de las cámaras. El cineasta aceptó sin darle vueltas: «Estoy más maduro, ya sé que muchas cosas pasan, que el público puede o no engancharse (con el proyecto), pero cuando las cosas se hacen como amor, la tendencia es positiva. Estoy preparado para todo, estoy más estable, con salud mental y más inteligente». Esto se traduce en ya no tener nervios y «creer que dependo de una opinión». Caro enfatiza en que está muy contento con el resultado y sin tapujos dice, antes de despedirnos, «me siento alguien con mucha suerte, estrella, de haber llegado a un país tan lejos del mío, al que amo, pero tomé esta decisión y agradezco que vaya bien».