Salud de Andrés García empeora

Acapulco, 3 Abr (El Informador).- Desde hace ya unos meses la salud del actor Andrés García se ha visto afectada por un problema de cirrosis que padece tras llevar una vida de excesos. Aunque se sabe que el dominicano está libre de sustancias tóxicas en los últimos cinco meses su estado de salud sigue empeorando, pues su esposa Margarita Potrillo señala que el famoso cada día está más débil.

Por medio de una entrevista que dio en el programa de «Venga la alegría», Margarita informó que Andrés se encuentra estable, aunque con el paso del tiempo lo nota más cansado.

«Me han contactado y han querido saber de la salud de Andrés. El doctor me informó que lo veía bien esto desde la situación física que tiene, que es una enfermedad incurable, progresiva. Está desintoxicado, esto hace que esté muy consciente de su situación y le genera ansiedad, pero está estable», dijo.

A pesar de que el actor se encuentra bajo el cuidado de los médicos, Potrillo indica que Andrés ha bajado de peso debido a la pérdida de apetito que presenta.

«Tiene una calidad de vida lo mejor que pudiera estar. No ha perdido el apetito, aunque come muy poquito», agregó.

Asimismo, contó que no puede caminar por sí solo y cuando requiere salir al patio tiene que trasladarse en silla de ruedas.

Margarita también lamentó que su esposo se esté debilitando y que los efectos de la enfermedad no puedan ser reversibles.

«Es hasta que Dios quiera que su cuerpecito aguante y Dios quiera tenerlo con nosotros», concluyó.

De acuerdo con «Mayo Clinic», la cirrosis es una etapa tardía de la cicatrización del hígado. Cuando el órgano sufre una lesión por enfermedad, consumo excesivo de alcohol, ente otras causas, intenta repararse a sí mismo.

Durante ese proceso se forma un tejido de cicatrización. Si el padecimiento avanza provoca que el hígado funcione con dificultad y esto puede ser mortal.

Los efectos de la enfermedad, por lo general, no pueden revertirse, sin embargo, cuando se detecta a tiempo y se trata la causa «se puede limitar el avance del daño y, raramente, revertirse», detalla el portal.

La cirrosis no da señales hasta que las lesiones se hacen grandes. Algunos de los síntomas son: náuseas, pérdida de apetito, pérdida de peso, picazón en la piel, decoloración amarilla en la piel y los ojos, acumulación de líquido en el abdomen, vasos sanguíneos en forma de arañas en la piel, enrojecimiento en las palmas de las manos, fatiga, hemorragias, entre otras.